San José, acompañando a Jesús, en actitud de amor al Niño. El tratamiento de las formas es de una depurada ejemplaridad de trabajo minucioso del artista que transmite con la gubia la afectividad del tema. La flexión del cuerpo de José sobre el Niño, el estiramiento del cuerpo infantil para alcanzar al santo crean ese movimiento estático tan acostumbrado de Salzillo. Perfección en las calidades de las telas en las que crea una auténtica impresión debrocado mediante ligeras incisiones de gubia.

El asunto, que podría estar influenciado por la devoción al tema de las fundaciones teresianas es un claro antecedente, en su composición, de la Sagrada Familia de Orihuela. 

La obra es de período juvenil. Baquero la fecha entre 1732-35 y para Sánchez Moreno es de 1733.

(extracto del libro imágenes de culto )

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